Burdeos es el punto de confluencia de tres ríos, dos orillas famosas (izquierda y derecha), 57 denominaciones, 7.500 productores que elaboran más de 10.000 vinos diferentes. Todo un logro para una región que tan sólo abarca unos 100 km alrededor de la ciudad de Burdeos y a lo largo de los ríos Gironda, Garona y Dordoña.
Burdeos es también el punto de encuentro de cinco uvas tintas y dos blancas, que dan lugar a los famosos blends (mezclas) de Burdeos. En tintos hay dos estilos principales: en los blends de la orilla izquierda predomina la Cabernet Sauvignon, mientras que en la orilla derecha el peso recae en la Merlot.
En los blancos hay dos estilos principales: vinos secos elaborados principalmente a partir de Sauvignon Blanc (frescura) y Sémillon (cuerpo); y vinos dulces, donde cobran especial importancia los de Sauternes, conocidos como vinos “de podredumbre noble” porque parte de las uvas (de las variedades Sauvignon Blanc, Sémillon y Muscadelle) se ven intencionadamente afectadas por el hongo Botrytis cinerea, que aporta a los vinos un carácter distintivo y muy apreciado.
De la Clasificación de 1855 hasta nuestros días
La elaboración de vinos llegó a Burdeos con los romanos, que encontraron en la zona un gran terruño para la vinificación, combinado con un excelente sistema de transporte por vía fluvial, que a su vez proporcionaba un fácil acceso al Océano Atlántico para su distribución, particularmente a Inglaterra.
Cuando se habla de vinos de calidad de Burdeos, aún se toma como referencia la “Clasificación de 1855”, que es desde entonces un sistema de jerarquía con 5 niveles de calidad o “Growths” (crus). Las bodegas clasificadas en 1855 siguen manteniendo su posición de entonces. Sólo se ha modificado en dos ocasiones: en 1856 se incorporó una nueva bodega a la lista, y en 1973 una bodega (Chateau Mouton Rothschild) ascendió al selecto grupo de los 1er Growths.
Orillas izquierda y derecha
En la orilla izquierda se siguen haciendo grandes vinos, pero muchas cosas han cambiado desde 1855. Por aquel entonces la orilla derecha se consideraba una zona rural de interior, con terruño inferior, pero con mano de obra barata para la elaboración de vinos de calidad en la orilla izquierda. En la actualidad, algunos de los tintos más aclamados por la crítica se elaboran a partir de viñedos de la orilla derecha. Y Burdeos sigue siendo un atractivo punto de encuentro para los nuevos enólogos con talento.
Si bien el sistema de clasificación ha sido fundamental para la reputación de Burdeos dentro de los mejores vinos de Europa, también ha provocado tradicionalmente una cierta barrera y dificultad de acceso para los visitantes.
Los chateaux más famosos no suelen estar abiertos al público, sus precios son elevados y resultan un tanto intimidantes para la mayoría de los aficionados al vino. Un sistema comercial complejo complica aún más las cosas. Pero bueno, parece que las cosas empiezan a cambiar.
Burdeos en la actualidad
Las cosas están cambiando en Burdeos. Algunos productores ahora están centrando sus esfuerzos en elaborar grandes vinos a partir de viñedos muy cercanos a denominaciones más conocidas donde sigue siendo casi imposible comprar tierra, a menos que haya una gran fortuna detrás.
Además, una serie de enólogos más jóvenes, que crecieron en bodegas familiares, ahora han tomado el relevo de la generación anterior y están insuflando un aire nuevo a la tradición de su familia.
Gracias a estos cambios están surgiendo nuevas oportunidades para explorar y descubrir grandes vinos de Burdeos.
Sauternes
Si bien Burdeos es famosa por sus increíbles vinos tintos, algunos de los mejores blancos dulces del mundo también provienen de la región. Especialmente los de Sauternes, al sureste de la ciudad de Burdeos, en la orilla izquierda, al sur de la mayoría de las denominaciones de la famosa clasificación de 1855.
Las uvas utilizadas en Sauternes son la Sémillon, la Sauvignon blanc y la Muscadelle. Lo que hace diferente a un Sauternes es que -a diferencia de cuando se vendimia la uva para vinos secos- se mantiene más tiempo la uva en la cepa, para que -en las condiciones ambientales especiales de esta zona (relacionadas con mañanas de niebla y tardes de sol) – dicha uva se vea afectada por el hongo Botrytis cinerea en su versión benigna, la “podredumbre noble”.
Aparte del muy apreciado impacto aromático (albaricoque seco, azafrán, miel, cera de abeja, madreselva) de la “podredumbre noble”, el hongo provoca una cierta pasificación de la uva, lo que hace que el mosto sea mucho más concentrado, pero también mucho más escaso (hasta 5-8 veces) que cuando se elabora un vino con uva no infectada, lo que dispara los costes de producción. Es importante tener esto en cuenta cuando se valora el precio de una botella de Sauternes. Estamos hablando de perfume, de esencia.
Los Sauternes más afamados que producen “Premier Cru Supérieurs” suelen tener precios muy elevados. Sin embargo, hay otros más accesibles elaborados a partir de uvas de viñedos muy cercanos, que tienen características similares y donde se puede apreciar la maravillosa y delicada esencia de los Sauternes. Merece la pena explorar las zonas vecinas de Monbazillac, Cérons, Loupiac y Cadillac.
Preguntas frecuentes:
¿Qué tienen de especial los vinos de Burdeos?
Fantásticos y potentes tintos, blancos redondos y elegantes, tanto secos como dulces.
¿Cuáles son las variedades de uva más típicas de Burdeos?
La Cabernet Sauvignon domina los tintos, seguida de la Cabernet Franc y la Merlot. Entre las blancas reinan la Sauvignon blanc y la Sémillon.
¿Qué tipo de comida va bien con los vinos de Burdeos?
Tintos más ligeros: Fiambres, paté, terrinas. Tintos potentes: Asados, carnes con hierbas, ragú a la italiana. Blancos: Risottos, pescados (crudos), mariscos y quesos.