Borgoña – la tierra de la Chardonnay y la Pinot Noir
Borgoña es conocida por sus vinos de Chardonnay y Pinot Noir. De hecho, el 80% de la producción procede de esas dos uvas, y el resto se elabora principalmente a partir de la tinta Gamay y la blanca Aligoté.
En Borgoña hay 84 denominaciones y un total de 50.000 hectáreas de viñedo, a las que se suman otras 20.000 hectáreas en Beaujolais. Beaujolais es técnicamente parte de Borgoña, pero tiene una identidad distinta y se suele considerar una región independiente.
Borgoña es la tercera región vitivinícola más extensa de Francia, junto con Ródano y Loira. Languedoc-Roussillon ocupa el primer lugar (220.000 hectáreas), seguida de Burdeos (120.000 hectáreas).
La Pinot Noir llegó con los romanos
La Pinot Noir de Borgoña está en el olimpo de las uvas francesas. ¿Pero sabías que en realidad fueron los romanos las que trajeron esta uva a la región? Aunque fueron los monjes cistercienses afincados en Borgoña los máximos responsables del ascenso de los grandes Pinot Noirs.
Los monjes estaban convencidos de que el trabajo duro los acercaba más a Dios, por lo que trabajaron con determinación y sin descanso para desarrollar técnicas vitícolas y prácticas de elaboración.
La Pinot Noir, con una piel muy fina, es una uva extremadamente difícil de cultivar. Demasiado sol y acaba pasificándose. Demasiada agua y acaba pudriéndose debido a los hongos. Y a la vez, la Pinot Noir es una uva de bajo rendimiento. Es por tanto de entender que los monjes buscaran la intervención divina.
Chardonnay – la uva autóctona de Borgoña
Al contrario que la Pinot Noir, se cree que la Chardonnay es originaria de Borgoña, y que procede de las vides silvestres que crecían en la región hace miles de años.
Aunque una vez más fueron los monjes cistercienses los que a partir del siglo XI se encargaron de enaltecer la vinificación de la Chardonnay. Y lo hicieron de una manera meticulosa y organizada, catalogando cada uno de los terroirs y los mejores viñedos. Esta clasificación y jerarquía de viñedos (crus) se ha mantenido casi sin cambios hasta el día de hoy.
Terroir
El concepto de terroir hace referencia al clima, el suelo, a la geología y la tradición, o de otra forma, al "sentido de lugar", a la identidad y tipicidad de un sitio. Se trata de sentir, cuando catas o bebes un vino, que te transportas desde la copa a la singularidad de una región vinícola, o incluso de una parcela de viñedo.
Borgoña tiene mucho a su favor en cuanto a diversidad del terroir, con infinidad de tipos de suelo distintos (caliza, arcilla, grava y arena), a menudo separados muy pocos metros, aportando una personalidad distinta a los vinos de cada viñedo (cru).
Es en esta diversidad y en la experiencia y trabajo de muchas generaciones donde residen las claves de unos vinos con un verdadero sentido del lugar: los Chardonnays de Chablis con su acidez viva y su carácter mineral, y los Chardonnays de la Côte de Beaune, más densos, criados en roble, y con muchas capas de complejidad. En cuanto a los Pinots, las opciones son ilimitadas y ahí comienzan las señas de identidad de la Côte de Nuits y la Côte de Beaune
Principales estilos de Pinot Noir y Chardonnay
La clave de que en Borgoña se puedan elaborar tantos estilos diferentes, a partir de sólo dos variedades de uva, reside en el terroir.
El chardonnay se elabora principalmente en cuatro estilos: está el Bourgogne Blanc, un vino sin crianza en madera, directo, que por lo general presenta notas a manzana y un cierto carácter mineral. Luego está el Chablis, también en su mayoría sin protagonismo del roble, que presenta aromas cítricos y a menudo con una marcada mineralidad. Los blancos del Mâconnais tampoco suelen pasar por madera, y presentan notas más maduras, de melón y piña. Por último está el estilo de la Côte de Beaune que, debido a su crianza en roble, suele presentar una mayor complejidad aromática (con notas de frutos secos y vainilla) y es por lo general más denso y con más cuerpo.
Los Pinot Noir son más difíciles de clasificar. Casi siempre se crían en roble. Para disfrutar de los mejores Pinot Noirs de Borgoña, se debe apreciar su elegancia, sus matices y complejidad aromática, su gran equilibrio y su persistencia en boca. En su juventud estos vinos pueden presentarse aún tímidos, así que un poco de paciencia nunca está de más. Disfrutar de los Pinot Noirs de Borgoña es como un viaje sin destino establecido, disfrutando del camino. Estos vinos se van abriendo y mostrando con el tiempo.
Los Pinots de Borgoña en comparación con los Pinots del “Nuevo Mundo” suelen ser más tímidos, menos directos y con la fruta menos definida, más complejos.
Beaujolais
Beaujolais se encuentra al sur de Borgoña. Aunque administrativamente se incluye dentro de esta región, tanto la variedad de uva predominante (la tinta Gamay) como las técnicas de elaboración en Beaujolais son muy diferentes a las de sus vecinos del norte.
El 99% de los viñedos de Beaujolais están plantados con Gamay.
Beaujolais tiene por tanto su propia identidad, y por eso en Avelyn hemos dedicado una sección específica a esta zona, que puede consultar aquí: Explora los vinos de Beaujolais.
Preguntas frecuentes:
¿Qué tienen de especial los vinos de Borgoña?Centro de excelencia e influencia vitivinícola con siglos de antigüedad. Punto de referencia para los vinos enfocados al terroir.
¿Cuáles son las variedades de uva más típicas de Borgoña?Chardonnay y Pinot Noir.
¿Qué tipo de comida va bien con los vinos de Borgoña?Los chardonnays combinan bien con pescados, carnes blancas y quesos grasos. Los vinos de Pinot Noir con pato, duck, cazuelas y guisos, salmon a la parrilla, y steak tartare.